Silenciados
Irepan, un fotoperiodista, es asesinado tras capturar evidencia fotográfica del secuestro de tres estudiantes. Después de su muerte, el fiscal general, temiendo ser implicado, intenta limpiar su nombre, pero se ve forzado a mentir en un discurso oficial manipulado. La culpa y el fantasma de Irepan lo atormentan, sumiéndolo en una espiral de locura.